Esta chica busca algo de diversión así que reta a su hermanastro a un partido de ping pong, fijando cada quien sus términos de su apuesta. Termina el encuentro teniendo como ganador al chico que no espera mucho para reclamar su premio por lo que le arrebata la ropa con fuerza dejándole su estrecho coño a la vista. A lo que no se puede resistir y le da una rica lamida sobre la mesa, luego trasladan la acción al cuarto y sin perder más tiempo ella lo acuesta en la cama y
se monta encima de su polla cabalgándola hasta hacerlo venirse dentro de su coño pelado.