Mira cómo una adolescente vecina me chupa la polla y le lleno la boca de semen. Después de tomar un café, invité a la chica a mi casa. Cuando me habló de su ex-novio y de cómo él extraña sus mamadas, me dio curiosidad. Le pregunté si las hace bien, y me preguntó si quiero verlas. ¿Cómo podría decir que no a una mamada? La follé en la garganta y le llené la boca con mi semen caliente.