En este convento los curas solucionan sus necesidades sexuales entre ellos. Tienen lujosas bañeras con consoladores a su disposición y también se toman la libertad de follarse entre ellos. Mientras uno de los curas se está bañando, aparece otro muy cachondo ofreciéndole la polla para que le haga una mamada. El cura chupa la polla como si hubiese nacido para eso, poniendo la polla muy dura . Luego el cura le lame el culo lubricándolo bien y lo folla duro y profundo en varias posiciones hasta eyacular sobre el rostro de el