El chico está obsesionado con la madrastra. la espía mientras se baña y no puede dejar de masturbarse pensando en ella. El chico tiene un plan y no duda en ejecutarlo. El chico pone vibradores en las bragas de la madrastra controlados con un mando a distancia. Cuando la mujer se pone las bragas el chico activa los vibradores poniéndola muy cachondo, incluso cuando está hablando por teléfono. Ella se pone tan cachonda que deja que el chico le folle el coño con los dedos