El hombre está aterrorizado. La esposa y la hijastra son dos lobas sedientas de sexo y lo tratan como un pedazo de carne que sirve solo para darles placer. Lo muerden, lamen y abofetean mientras lo desvisten. La esposa se sienta en la cara del hombre refregando el coño por todo el rostro mientras la chica se sienta en la polla metiéndosela en el coño. Las mujeres abusan del hombre en varias formas hasta saciarse y dejarlo descansar... al menos por un rato