Mi madrastra caliente Nikki Brooks me ha estado tomando el pelo durante mucho tiempo. Ella tiene un cuerpo apretado, y ella es un poco en el lado salvaje. Así que cuando me enteré de que era una puma, no pude resistir el impulso de hacer un movimiento en ella. Un día me llamó para que la ayudara ya que se le había atascado la mano en el sofá. Al ver su fantástico cuerpo se me puso la polla dura al instante, y supe que
era mi oportunidad de follármela.