El tipo no quiere ir a la playa para conocer a las tías buenas, sino que se siente cómodo
masturbándose en la habitación de su madre. Cuando su madre le pide que le frote la piel con aceite de aloe vera para remediar las quemaduras del sol, el cabrón saca su polla tiesa y empieza a acariciarla contra el culo de su madre. Por suerte, la madre también está cachonda y le vendría bien una polla de todos modos después del sol castigador de fuera.
El tipo se folla a su madrastra al estilo perrito y al misionero. Al menos, por una vez, pudo correrse follando con alguien y no sólo por pajearse.
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