A la madrastra la divierte mucho tener al hijo de su marido muy cachondo. El chico se acerca a ella con cualquier excusa, y ella puede ver el deseo en sus ojos. A veces le pajea la polla o le hace una mamada rápida, para alimentar las expectativas del chico, que se calma por un tiempo. Hoy la mujer está muy cachonda para jueguitos y deja que la folle como el quiera