El chico no puede usar las manos porque está enyesado. La madrastra lo ayuda en todo lo que puede y todo va bien. Cuando se dan cuenta que el chico no se puede duchar, buscan la solución... La madrastra se iba a encargar de lavarlo. Llega con las cosas necesarias y con una toalla enjabonada limpia la polla del chico, que se pone dura al instante. la mujer sin pensarlo se mete la polla en la boca y le hace una mamada espectacular que el chico disfruta de principio a fin