Siempre nos mirábamos extraños y esta vez fuimos a la casa de nuestros amigos y allí todo se volvió loco. Empezamos a besarnos y tan pronto como me di cuenta de que su mano estaba en mis bragas y estaba tocando mi clítoris, lo que me hizo estar súper caliente y mojado. Bajando mis bragas, salto sobre él y comencé a chuparle la polla y pronto comenzó a follarme por detrás hasta que alcancé el orgasmo.