El padrastro no tiene escrúpulos. La chica está evidente incomoda ante las incitaciones del hombre, pero el tiene la polla demasiado dura para darse cuenta. Suavemente la va convenciendo y le folla duro el coño mientras la chica grita de dolor hasta que el hombre eyacula en la boca de la chica que le chupa la polla. Ella termina llorando con la boca llena de semen y el hombre amenazándola para que no diga nada