Una princesa se pasea por su castillo, tiene un muy sensual vestido rojo y se pavonea por sus pasillos. Más tarde muy caliente decide desnudarse para uno de sus súbditos cuando ve su
enorme polla. El súbdito empieza a chuparle y morderle los pezones. Ella ya excitada se voltea y empieza a rozarle la polla con su voluptuoso culo y luego él le
empieza a rozarle la concha con el glande para luego penetrarla con fuerza. Ella gime en una mezcla entre placer y dolor mientras recibe toda la envergadura de su súbdito primero en cuatro, luego parada y finalmente sentada.