Tras un mes de encierro, esta madrastra quiere follar sin parar, pero su viejo marido ya no soporta las largas maratones. Por eso le da permiso para follar con su hijastro. Desde entonces, esta
madrastra caliente folla con el hijastro en todos los lugares de la casa, desde la cocina hasta su habitación. Le echa un buen polvo incluso cuando su padre está delante. Y cómo no hacerlo si su madrastra, que es muy cachonda, tiene un cuerpo estructural, además
cabalga su polla sin parar hasta hacer que se corra.