Intentaba aprender, pero seguía escuchando ruidos desde la habitación de mi hermana. Fui a ver lo que estaba pasando, y vi a mi hermanastra y a su amiga tocándose las tetas y riéndose. Verlos así me puso cachondo, así que me saqué la polla y empecé a masturbarme. Me vieron, así que tuve que correr de su habitación. Al día siguiente, la chica decidió compartir mi polla e hizo una
mamada estupenda. Cuando me encontré con ellas jugando en la habitación por tercera vez, las chicas calientes me invitaron a unirme a ellas.
Follé tan fuerte a mi hermana y a su amiga que gritaron de placer.