Una arquitecta que se precie, tiene que lidiar con muchos aspectos en una construcción. Por ejemplo los trabajadores. Cada vez que ven la chance, los trabajadores piden mas dinero o amenazan con una huelga. Ella tiene una buena solución para eso. Cuando una de esas situaciones suceden, ella los lleva a un lugar apartado de la construcción y les ordeña las pollas a todos. Los hombres quedan felices y relajados y no reclaman nada por un tiempo